jueves, 5 de diciembre de 2013

Caledia (Calella)

No me sale del todo bien el nombre de mi pueblo. Se me lengua la traba y cada tanto tartamudeo y hablo de "tu" y de "vos"  en la misma oración. Una chuleta, lejos de ser la de la chilindrina en singular, es un machete de notas; coger es tomar y en el segundo de los casos muchas veces se me complican las cosas. Y me pregunto infinitamente por el lenguaje, por lo que comunica, por lo que calla, por lo que cada uno deja inferir, y otras veces-lamentablemente o suertudamente- desea. Me refiero a los lenguajes en la cama, los lenguajes en la mirada, los lenguajes ilenguados y las lenguas lenguetadas. Sin la intención de lubilubosidad ni gigliquicidad. También vendría bien una dosis de liquidez y de volatilidad en el supuesto "Mundo Feliz".
Y vuelvo al lenguaje. Y me rehuso a creer que existe. O mas bien, epistemológicamente digo que no lo podemos conocerlo #posmoderna, #existencialista? As iu guisz nena. 
Sin embargo me conquistaron con la lengua.Y me siento tremendamente conquistada.